"Cuerpo Gramatical"
Una resignificación de la violencia y el arte
Por: Suaie Parra
Título del libro: Cuerpo Gramatical: Cuerpo, arte y violencia (primera parte)
Autor: José Alejandro Restrepo
No. de páginas: 144 (libro)
Fecha de publicación: 2006
Publicado por: Universidad de Los Andes, Departamento de Arte, Facultad de Artes y Humanidades.
José Alejandro Restrepo es un artista nacido en 1959 en París, Francia, el cual reside en Colombia desde 1980, inicialmente estudió medicina, pero en 1981 se traslado a la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia. En 1982 volvió a París donde continuo sus estudios en la École des Beaux-Arts. En esta ciudad conoció a pensadores como Foucault y Deleuze, del mismo modo entro en contacto con artistas como Bill Viola y Gary Hill, los cuales influyeron en su interés en la videoinstalación.
José Alejandro Restrepo
Es una figura central del arte contemporáneo de América Latina, el cual hace uso del video para realizar una crítica a la relación entre el arte y campos tales como la historia, la política o religión, entre otros. Haciendo uso de la tecnología moderna, así como de distintas técnicas artísticas en las instalaciones que realiza.
Así pues, hoy nos compete la primera sección del libro “Cuerpo Gramatical: cuerpo, arte y violencia”, el cual fue publicado en 2009 y ahonda en esta relación entre arte con distintos campos principalmente políticos y sociales.
La violencia ha sido considerada como el motor de la historia, quiera admitirse o no, todos los bienes culturales, materiales, territoriales o de cualquier otro tipo que una sociedad posea han sido fundamentados en hechos violentos. Estas situaciones han sido inspiraciones directas para la creación artística en todos sus ámbitos, desde el teatro hasta la pintura, toda gran representación de la cultura esta cimentada en actos nefastos.
El cuerpo está impregnado de historia, por lo que siempre es posible leer estos de manera gramatical, como emisores de signos y superficies de inscripción, por lo que presentan una anatomía política moldeada por la historia.
La violencia en Colombia ha sido un proceso continuo, con puntos claves, pero que nunca se ha detenido, el cual en su mayoría parece uno sin razón o lógica. También se plantea que esta violencia puede ser producida por razones objetivas que desencadenan en violencia irracional. Debido a la herencia mística que tiene Colombia, este es un pueblo ritualista, y este ritualismo también se puede ver reflejado en las masacres y actos horripilantes que se han perpetrado a lo largo de la historia, los cuales están cargados de simbolismo y un propósito especifico en su organización y ejecución, los cual termina siendo un tipo de acto performativo. Estos actos y la disposición de los cuerpos son meditados de tal manera que el impacto que generen pueda ser leído por el espectador y perpetuado en este, por lo que el cuerpo funge como un lugar de inscripción, un espacio gramatical.
Así pues, el cuerpo gramatical es un objeto de inscripción el cual tiene un lenguaje inteligible que le permite expresarse en su completitud. La teatralidad de estos actos de inscripción real en el cuerpo no es algo novedoso, desde el Renacimiento las disecciones anatómicas de los artistas se consideraban un espectáculo, y en el Barroco las escenas teatrales se regocijaban con la tortura y la muerte, que adquirían funcionas alegóricas, formando una escritura basada en imágenes. El excesivo deseo de querer ver puede llevar a buscar lo intolerable, por lo que comienza con una vista sexual del cuerpo desemboca en un deseo de trascendencia de lo superficial: Cuerpos abiertos, heridos, expuestos de manera que sumen a la mirada en un estado de éxtasis y horror.
De esta manera, el sexo y la muerte se vuelven exaltaciones del cuerpo, ya que comparten la misma carnalidad, y se vuelven muestras de esta obscenidad.
La construcción conceptual de un cuerpo gramatical se da al analizar y organizar las partes del cuerpo dispersas, uniendo las alegorías y significados que representa cada una de estas, como un tipo de colisión de iconos y símbolos, estableciendo conexiones entre el cuerpo mítico y el cuerpo histórico, pero sin intentar reconstruir el cuerpo como si se tratara de un rompecabezas.
En el texto el autor expone las tres temáticas básicas que son: arte, violencia, y cuerpo, y comienza a argumentar su relación de manera progresiva, a medida que va integrando elementos de distintos campos tales como la historia, la política, o los acontecimientos sociales, los cuales se convierten en el canal mediante el cual se argumenta y se dan las bases para entender esta relación entre los distintos conceptos, que progresivamente se van intercalando sin perder la linealidad y coherencia del texto.
Restrepo hace una conjunción de temas bastante particular, ya que esta asociación entre el arte y la violencia no es una relación común cuando se piensa uno de los dos términos, sin embargo, como bien explica, esta relación es directa y explicita, tanto en las obras como en el contexto en los que se dan estas y como influyen en los autores. Asi mismo, gran parte de la cultura de un país, que naturalmente influye en el arte, se encuentra precedida por hechos violentos. Pero uno de los factores mas interesantes es el como relaciona el cuerpo con el arte y la violencia, mostrando al cuerpo como un cronista de la historia y sus acontecimientos, así como un medio por el cual se pueden y se han transmitido mensajes desde muchos ámbitos, y es esta la característica del cuerpo gramatical.
Una de las características mas llamativas del texto es la manera de narrar los acontecimientos violentos y la forma como los relaciona indirectamente con el arte, pues todos estos acontecimientos y acciones descritos, los cuales son de una brutalidad inimaginable, son contados con gran detalle y explicites, pero sin llegar a caer en la morbosidad, sino enfatizando el como estos tienen una relación directa con el cuerpo y las alteraciones que se le realizan con un fin simbólico o alegórico, desplazando por medio de su forma narrativa esa dimensión visceral (que parece en una relación inamovible con los acontecimientos), y tratando de cierta manera estos cuerpos mutilados y desmembrados como obras de arte, brindando una perspectiva difícil de conseguir, y de esta manera expresa la característica performativa y teatral que tiene la exposición de estos cuerpos, mediante lo cual se remite a las épocas del Barroco y el Renacimiento donde da cuenta de una necesidad casi intrínseca en el humano de ver más allá de los superficial, buscando la apertura de este, pero no por la literalidad del acto de ver un cuerpo siendo desmembrado o desollado, sino por la connotación simbólica o alegórica que se le puede dar a este, que deja de ser un cuerpo para que cada una de sus partes por separado se convierta en un transmisor de mensajes inteligibles, los cuales a la hora de rearmar el cuerpo entran en relación sin llegar a unificarse.
Creo que es realmente interesante ver como la violencia esta tan íntimamente relacionada al arte y la cultura, aunque en ocasiones, ya sea consciente o inconscientemente, obviemos esta relación. Así pues, se da a entender que la fascinación que siente el humano por ver acontecimientos tan grotescos no está únicamente en el morbo sino en el simbolismo que representa ver la alteración y fraccionamiento del cuerpo como elementos transmisores de información.